Hola a todos, mi nombre es Andrés. Nací y crecí en un barrio de carencia del interior de Uruguay.
Hasta los 10 años de edad no tuve casa propia, viví en un hogar prestado, con paredes de bloque sin revocar, techo de chapa y piso de tierra.
El baño también era prestado, estaba a 20 metros fuera de la casa, y había que caminar por un camino de tierra entre la maleza para llegar a él.
Los días de mucho frío o lluvia, mi madre calentaba agua en una garrafa a gas de 3 kilos. Ponía el agua en un balde, y ahí me bañaban, parado dentro del balde, usando una estufa a queroseno o la misma garrafa como estufa.
Muchas veces cené el pan de ayer en la panadería, antes de que se lo dieran a los cerdos, y leche de la vaca del vecino, fiada o regalada.
Mi madre trabajaba en la costura y mi padre en el campo, llegaba a casa cada 15 días.
A los 10 años mi vida tuvo un giro tremendo, ya que de tanto buscar mi madre logro obtener una vivienda por medio del estado.
Tal fué el giro, que yo, a mis 16 años de edad, ya era múltiple campeón nacional e internacional de artes marciales, y estaba certificado como árbitro a nivel regional, además de ayudar y dar clases de karate y preparar atletas. También tenía un pequeño taller de tejidos en casa del cuál estaba a cargo, y de vez en cuando me salía algún jornal en la construcción o en el campo.
Pero no todo es color de rosas, en un país dónde solo el jugador de fútbol tiene apoyo, y aún así pasan Miles de problemas. A mis 17 años de edad debido a esa falta de apoyo debí dejar de estudiar y también las artes marciales. Para trabajar, y solo trabajar.
Utilice mi pasaje por las fábricas para ahorrar dinero. Y volver a estudiar.
Realice un curso de entrenador personal e instructor en musculación. Con el sueño de poder crear un proyecto, para que las nuevas generaciones no pasen por lo mismo que yo. Pero no es fácil. Estamos en un país donde para sobrevivir según el último estudio, se necesitan 1200 dólares al mes, y dónde más de la mitad de la gente lucha por llegar a los 600.
Hace 7 años trabajo 16 horas al día. Y mi sueño se ve cada vez más lejano. Pero vengo de donde nadie ha estado, y pienso llegar a donde nadie lo ha logrado
En mi mente tengo un proyecto, el cual podría cambiar la actualidad y el futuro de nuestros jóvenes deportistas. Y que con la excusa del deporte podría cambiar mucho más.
Estoy buscando a quien presentarlo. Pero aunque sea bueno, no va a ser fácil que me den bola. Hoy hice un enlace de donación en Paypal, para que cuando las personas conozcan lo que quiero, cuando confíen y deseen ayudar, puedan dar su apoyo.
Donación Proyecto de